Raphaël Varane ante su propio reto en Old Trafford


El Manchester United se está moviendo mejor que ningún otro equipo inglés hasta la fecha. Jadon Sancho y Raphaël Varane son dos incorporaciones que acercan al equipo a soñar en el máximo nivel, después de que el United haya acabado esta última temporada segundo en Premier League y finalista de Europa League, pero que deben ser analizadas como parte de un proceso que tiene en la renovación de Ole Gunnar Solskjaer la clave sobre la que pivota toda esta etapa. El central francés ha decidido cambiar Madrid por Mánchester en un momento crucial de su carrera, con 28 años y tras una década (y 18 títulos en el currículo) vestido de blanco, en busca de nuevos retos a lomos de un gigante que lleva tiempo haciendo las cosas bien para recuperar su hueco en el tablero europeo.

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Raphaël Varane aterriza en la Premier a las puertas, posiblemente, de sus mejores años como central en la máxima élite. Pero el movimiento, antes de entrar en más detalles, posee un trasfondo interesante en el que debemos detenernos un momento. No parece casualidad que los grandes equipos ingleses lleven tiempo buscando el modo de reforzar sus prestaciones defensivas en cada mercado, como si el fichaje de Virgil Van Dijk por el Liverpool en 2018 hubiese abierto una nueva etapa, quizá consecuente con el tremendo impacto de su llegada, y posiblemente motivada por el deseo de estos clubes de acabar de dar un golpe sobre la mesa fuera de las Islas cuando compiten entre semana. Harry Maguire, Rúben Dias, Ibrahima Konaté y los múltiples rumores que se están sucediendo estos días con posibles pretendientes para Chelsea y Tottenham señalan una tendencia para nada casual con este periodo, y que en ningún caso puede ser considerada como aleatoria a la hora de reparar que el estilo preponderante en estos momentos en el más alto nivel posee un fondo y una forma muy parecidos a los cánones de la Premier League, donde el ritmo es consecuencia de las propuestas y no (solo) de la capacidad atlética de los futbolistas. Una lista a la que ahora hay que sumar el nombre de Raphaël Varane, un talentazo defensivo con experiencia contrastada, que tendrá nuevos retos en esta nueva etapa en Inglaterra.

Raphaël Varane ha conquistado 18 títulos oficiales con el Real Madrid. Foto: Kristian Kane/Focus Images Ltd
Raphaël Varane ha conquistado 18 títulos oficiales con el Real Madrid. Foto: Kristian Kane/Focus Images Ltd

Raphaël Varane y Sergio Ramos han formado juntos una de las parejas más dominantes del fútbol europeo en toda su historia. El tándem fue parte de la etapa de oro y brillantes del Real Madrid en la última década y esta concepción solo puede ser entendida desde una interpretación puramente cualitativa de dos estrellas defensivas que han confluido juntas en una misma línea como si se tratase de una bestia bicéfala. El reparto de roles y funciones estaba perfectamente asumido entre los actores y la pareja ha funcionado con absoluto sincronismo durante todo este tiempo, aunque los monólogos en solitario de Raphaël Varane (con el Real Madrid) no han sido tan lúcidos y convincentes como cuando ha actuado con Sergio Ramos a su lado. Un detalle crucial (y a la vez revelador, hasta que se demuestre lo contrario) dentro del análisis que pone el foco en el gran reto que el francés, a su edad y con su experiencia, deberá afrontar en esta etapa en Old Trafford. El desafío de Varane con su llegada al Manchester United no está en la competición, ni en la pizarra de su nuevo técnico, sino que lo tiene consigo mismo. Suena fuerte, pero Varane, un central que destaca por una sobriedad muy parecida a la madurez que otros centrales alcanzan con la treintena, campeón del Mundo con Francia y de todos los títulos posibles con el Real Madrid, ha aterrizado en el Manchester United con varios debes en su cuenta particular.

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Debes que son incógnitas, y que el propio Raphaël Varane deberá resolver en su nueva etapa de una forma u otra, pues también cabe la posibilidad de que el francés acabe de confirmar en Mánchester que su rol en defensa (en una que le planteará más preguntas que la Francia de Didier Deschamps) no puede ser tan ambicioso como llevamos tanto tiempo esperando fruto de las expectativas de su propio potencial. En ese sentido, hasta que se desarrolle un tiempo prudencial de adaptación, a Varane le puede venir bastante bien la jerarquía (ya asumida y por todos compartida) de Harry Maguire en el eje de la zaga. Al menos a corto y medio plazo. Y no solo en aspectos puramente defensivos, donde ambos pueden conformar una pareja muy complementaria por sus características, sino también con la pelota, en las fases más creativas, pues seguramente ahí el central inglés parte con un bagaje previo mucho más interiorizado en su fútbol que el defensa francés, que este curso, debido a la lesión de Sergio Ramos (la cual, entre otras muchas cosas, ha privado al Real Madrid de construir lado fuerte en el sector izquierdo), ha sufrido en muchas ocasiones por asumir un mayor peso en salida. Otro detalle que también es consecuencia de su estatus.

Solskjaer se ha mostrado muy satisfecho con la llegada de Varane. Foto: Aleksandar Djorovic/Focus Images Ltd
Solskjaer se ha mostrado muy satisfecho con la llegada de Varane. Foto: Aleksandar Djorovic/Focus Images Ltd

Durante todos estos años, Raphaël Varane ha construido su identidad futbolística como un central especializado (sobre otras muchas funciones) en la corrección; un papel que ha casado perfectamente con su estatus como acompañante de Sergio Ramos, pero que no implica causalidad con centrales de este tipo, y asegurar lo contrario podría hacernos caer en una falacia, puesto que Pepe o Éder Militao (por poner dos ejemplos cercanos a la figura del francés) son grandes correctores por sus propias características, pero ambos poseen un componente mental (reforzado por los hechos) que avala su liderazgo dentro de la defensa. Una habilidad que suele ser innata en la profesión, pero que, llegado este punto, con la carrera que lleva el propio jugador, merece el beneficio de la duda de que aún pueda ser aprendida por el propio Varane con el paso de los meses/años con la camiseta del United.

Por lo pronto, todo hace indicar que el francés conservará en el United su condición de escudero, siendo un complemento de absolutas garantías para Harry Maguire (y Victor Lindelöf, si es que Ole Gunnar Solskjaer decide jugar con tres centrales), imponiendo su físico a campo abierto y su talento defensivo en situaciones de uno para uno, sobre todo en el día a día liguero, cuando el Manchester United ataca más tiempo en posicional con mayores cuotas de posesión; y su lectura y su templanza en el punto de penalti dentro de un repliegue bajo, que es como ha venido afrontando Solskjaer sus enfrentamientos directos ante los grandes en Premier League durante los últimos meses. Por condiciones puramente físicas o técnicas, a nivel defensivo, el fichaje de Varane por el Manchester United no ofrece duda. Se trata de un salto cualitativo en toda regla para los ingleses. Nadie podría poner nunca en cuestión las condiciones de este central, tanto por arriba, como en el uno para uno o la corrección al espacio, pues ahí Varane ha sido insuperable, y lo será con el Manchester United (tanto en la Premier como en la Champions League), así que solo el tiempo dirá cómo desarrolla el francés la etapa más madura de su carrera. Varane es un escudero que aún está a tiempo de convertirse en primer espada, pero siempre dentro de la súper élite.

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Foto de portada: Marcos Calvo Mesa/Focus Images Ltd.