Partido Polish Boyfriend: Un equipo chino jugando un derbi en Portugal


Setúbal. Con esas calles empedradas preciosas, sus avenidas, sus castillos y ese mercado lleno de pescado fresco. Y cerca, unos restaurantes donde no llegan los turistas que no salen de Lisboa. Un puerto suficientemente lejos de Lisboa como para tener su propia personalidad. Y suficientemente cerca de la capital como para poder llegar en una horita. Una de las ciudades más importantes de Portugal con uno de los clubes con más tradición, el Vitória. Aunque ahora sufre.

Fundado en 1910 sobre la base de un club anterior, el Bonfim, el Vitória siempre ha arrastrado a miles de hinchas. En sus primeros años de vida, cuando el fútbol portugués se organizaba por regiones, jugó ya contra los gigantes lisboetas. En 1924 y en 1927 consiguió ser el campeón regional de Lisboa por delante de Benfica o Sporting. El Vitória siempre ha competido bien. Por eso fue equipo fundador de la primera división lusa. Por eso ha ganado tres copas y llegó a unos cuartos de final de la Copa de Ferias en 1971, cuando vivió sus mejores años gracias a jugadores como el angoleño Jacinto João, José Torres o Octávio Machado. El Vitória, con su escudo con los castillos de la región de Setúbal y una rueda de bicicleta (como el Benfica, pues los dos tienen sección de este deporte), fue capaz de ganar la Copa de 1965 contra el Benfica de Eusebio. Y fue subcampeón de liga antes de vivir un bache en los 80 y 90, con algunos descensos. En 2005, otra victoria, cuando el club derrotó en la final de Copa a un Porto que venía de ser campeón de Europa en 2004 con un hijo de Setúbal como José Mourinho en el banquillo. José, que en 2005 ya estaba en el Chelsea, nació en Setúbal. Hijo de Felix, histórico portero y entrenador del club. Los Mourinho siempre se han pasado por el campo del Vitória. Y en 2020, cuando José Mourinho no tenía equipo, se dejó ver en la grada en diferentes ocasiones, provocando rumores sobre si podía invertir en el club donde pasó tantos años de su infancia viendo a su padre.

Imagen de la ciudad portuguesa de Setúbal. Foto: Filipe Rocha,user:sacavem (pt) bajo licencia Creative Commons 3.0.
Imagen de la ciudad portuguesa de Setúbal. Foto: Filipe Rocha,user:sacavem (pt) bajo licencia Creative Commons 3.0.

Mourinho no invirtió. Ya sabía que el Vitória andaba mal después de años de mala gestión. Y en 2020 llegó el doble golpe: descenso en el terreno de juego y otro segundo descenso administrativo por no poder cumplir con los requisitos económicos. El orgulloso Vitória de Setúbal juega por primera vez en Tercera, donde se encuentra otro club de cierta tradición, el Uniao de Leiria, líder del grupo B. El Vitória anda por la mitad de la tabla antes de jugar este fin de semana un derbi que jamás antes se ha vivido. Y que los más veteranos del lugar quizás no acaban de entender. Esta semana el Vitória juega contra un equipo chino.

Que los portugueses fueron de los primeros en llegar a la costa china, donde durante años controlaron la ciudad de Macao, lo sabemos. Portugal siempre ha mirado al exterior siendo un pueblo navegante. Ahora, el camino se ha invertido con la llegada de los chinos al fútbol portugués. Justo al lado de Setúbal, en la población de Almada, juega el Oriental Dragon. Almada, donde nació un tal Luis Figo. En la región de Setúbal, se respira fútbol.

Sábado 27 de noviembre, 12:00h, Oriental Dragon – Vitória de Setúbal

Ya con su nombre, el club no quiere esconder que tiene el alma china. Fundado en 2014 por la empresa WSports Seven del inversor Qi Chen, el Oriental Dragon se trata de un paso más en un proyecto que tiene sus raíces una década antes, cuando Qi Chen fue el representante que consiguió la llegada de los primeros jugadores chinos a clubes de Portugal, como Yu Dabao y Wang Wang, que defendieron sin demasiada suerte los colores del Benfica y el Porto. En 2014, Qi Chen pactó con la ayuda del gobierno chino crear un club para jugadores chinos de entre 15 y 19 años. La idea era que pudieran competir en Portugal para mejorar su nivel antes de volver a casa. La idea no acabó de funcionar, pues los jugadores eran demasiado jóvenes y porque la composición de una plantilla toda asiática chocaba con la legislación deportiva portuguesa. Así que el Oriental Dragon pactó convenios de colaboraciones con clubes como el C.D. Pinhalnovense para poder mandar allí algunos jugadores chinos, mientras en su primer equipo mezclaba jóvenes promesas chinas con jugadores locales. Y casi siempre, con entrenadores que habían pasado por el Benfica.

El Fuerte de San Felipe, en Setúbal, Portugal. Foto: Diego Delso bajo licencia Creative Commons 3.0.
El Fuerte de San Felipe, en Setúbal, Portugal. Foto: Diego Delso bajo licencia Creative Commons 3.0.

En 2015, el club debutó en la quinta división con 9 jugadores chinos. Y en 2018, ascendieron a la cuarta categoría. En 2020, otro ascenso, pues la liga se suspendió por el coronavirus cuando lideraban su grupo, permitiendo subir a Tercera. Qi Chen usa este club para seguir creando negocios en el fútbol luso, como pactar que la segunda división tenga un patrocinador chino. O un proyecto para que la Supercopa lusa un día se pueda jugar en Macao, la ciudad china que fue portuguesa.

El Oriental Dragon juega ahora sin jugadores chinos. La idea de la entidad ha evolucionado. Incorpora jugadores chinos en categorías inferiores, pactando que jueguen cedidos en clubes de Segunda, Tercera o Cuarta. El Oriental Dragon, con un presupuesto de medio millón de euros y ayudas del gobierno chino, paga la ficha de estos chicos, y mientras juega con una camiseta con los colores de la bandera china, compite con la idea de apuntalar el proyecto apuntalando su presencia en el fútbol profesional luso. Más allá de algunos chinos que viven en la zona y curiosos de Almada, no arrastra a mucha gente. Y de momento, sufre en la parte baja antes del derbi de la región de Setúbal contra un Vitória que ha pasado en pocos años de jugar finales de copa contra el Porto a este derbi que no deja de ser un símbolo de los tiempos que vivimos.

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Foto de portada: Diego Delso bajo licencia Creative Commons 3.0.