Luis Enrique tenía razón – MarcadorInt


España tiene motivos para ser optimistas con este parón de selecciones. El título de la UEFA Nations League fue a parar a manos francesas tras remontar en San Siro, es cierto, pero también es verdad que la selección fue muy superior a Italia en la semifinal y que anoche, durante aproximadamente una hora de duelo, consiguió minimizar a la temible Francia de Karim Benzema, Kylian Mbappé, Antoine Griezmann y Paul Pogba, que no es poca cosa, y lo hizo desde el juego, siendo mejor que su rival, desde una fórmula dentro del sistema que ha conseguido potenciar a sus mejores hombres y ha ocultado sus mayores debilidades. Que España iba a sufrir anoche ante Francia ya se sabía. Y la derrota entraba con mucha fuerza dentro de las quinielas previas a este encuentro. Pero la selección hizo muchas cosas bien ayer en Milán como para al menos no acabar perdiendo en los 90 minutos. La selección española compitió. Dio la cara. Y demostró a los más incrédulos que no hay mejor guía para esta larga, dura y puntiaguda travesía que el mismísimo Luis Enrique Martínez.

España 1 (Oyarzabal 64′)
Francia 2 (Benzema 66′, Mbappé 80′)

ESP-FRA vs Away team - Football tactics and formations

El plan de partido del seleccionador asturiano funcionó. Como ya ocurrió ante Italia, una vez superado el 10-15’ de la primera parte, España impuso su guion a través de la pelota. Luis Enrique preparó para la ocasión un par de novedades a destacar dentro del análisis. Eric García como central derecho, lo cual desplazaba a Aymeric Laporte al perfil natural, y Rodrigo Hernández como interior izquierdo, manteniendo el 4-3-3 y también la idea de situar a un interior de base (que en otras ocasiones ha sido Koke) cerca de su pivote, Sergio Busquets. Luis Enrique volvió a situar a sus laterales muy abajo en cada salida de balón. Marcos Alonso, lateral zurdo, y César Azpilicueta, lateral derecho, jugaban casi en paralelo a los dos centrales en cada reinicio del juego, y con ello España consiguió generar una primera superioridad ante la presión francesa, que emparejaba a Mbappé y Benzema con Eric García y Laporte, a Griezmann con Busquets y a Pogba y Tchouameni con los dos interiores, Rodri y Gavi. Este escenario liberó por completo a los laterales españoles, que podían recibir en banda con el suficiente tiempo y espacio para controlar y levantar la cabeza, y creó un primer desajuste en la presión francesa. Porque los dos extremos, tanto Ferran Torres, en derecha, como Pablo Sarabia, en izquierda, fijaban a los dos carrileros galos muy abiertos (Benjamin Pavard y Theo Hernández), y nadie podía saltar a encimar automáticamente a los laterales de España, que podían salir con balón, cruzar la divisoria y adentrarse en campo rival.

Ferran Torres está siendo clave en la España de Luis Enrique. Foto: Paul Chesterton/Focus Images Ltd
Ferran Torres está siendo clave en la España de Luis Enrique. Foto: Paul Chesterton/Focus Images Ltd

En ese escenario, Ferran encaró una y otra vez a Theo Hernández, sin descanso, y Mikel Oyarzabal sacó todo el tiempo de zona a Raphaël Varane con sus apoyos lejos del área. La teoría estaba perfectamente aplicada, y durante los 60 minutos (aproximadamente) que controló el ritmo de partido, Luis Enrique le ganó la partida a Didier Deschamps, aunque a la selección española le faltó un puntito extra de colmillo en los metros finales para acabar de intimidar la portería de Hugo Lloris. Gavi volvió a brillar como interior en medio campo, con y sin la pelota, desde sus giros previos a la recepción como con sus esfuerzos por ir al choque y meter la pierna, pero España acusó un mayor empuje de sus interiores para cargar los metros finales con más efectivos con posibilidad de disparo. Sea como fuere, la selección de Luis Enrique se adelantó primero y el 1-0, como suele ocurrir en estos casos, y más en una final, dio paso a un nuevo guion de partido que, en este caso, fue incapaz de controlar ante la exuberancia técnica y física de Francia en sus transiciones. Con Pogba lanzando, Benzema flotando entre líneas, Griezmann haciendo lo que pide la acción y Mbappé amenazando desde la ruptura, Francia dio forma al escenario deseado para atacar corriendo y no estando en los metros finales. Polémica al margen, pues hay mejores espacios y profesionales para debatir sobre acciones como la del 2-1, la derrota no debería cambiar nada a corto plazo en los planes de la selección. Y si el nombre propio del anterior parón fue Carlos Soler, con su posición en medio campo, en esta ocasión Ferran Torres, Gavi, Mikel Oyarzabal, Sergio Busquets o Eric García merecerían un aparte por lo positivas que han sido sus actuaciones. Luis Enrique siempre ha sabido más que ninguno de nosotros. De eso tampoco había duda.

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Foto de portada: Luis Tato/Focus Images Ltd.