Hakan Çalhanoglu en el nuevo Inter de Simone Inzaghi
Hakan Çalhanoglu ha protagonizado este verano uno de los fichajes más controvertidos del mercado. El futbolista turco seguirá jugando en San Siro, pero ha decidido cambiar el rossonero del AC Milan por el nerazzurro del Inter en una operación sin coste ni beneficio (oficiales) para ninguno de los dos equipos, puesto que Çalhanoglu acababa contrato el último día de junio y no había renovado. De hecho, la intención del jugador turco era llegar a la Eurocopa en esta situación, como se apuntó desde Italia, con la idea de revalorizar su cartel durante el torneo para negociar una renovación al alza o sentarse con algún equipo interesado en sus servicios, y en esas entró en escena un Inter de Milán convencido de tener en Hakan Çalhanoglu (a coste cero) al sustituto de Christian Eriksen en el medio campo.
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Çalhanoglu llega de una temporada muy irregular en el Milan y su Eurocopa ha sido tan decepcionante como la de su selección, pero su llegada al Inter, a priori, tiene bastante sentido atendiendo al sistema que, en fondo y forma, ha caracterizado a Simone Inzaghi. Pudiendo actuar como interior por izquierda en el centro del campo, es decir, a pierna cambiada (porque Çalhanoglu es diestro), el jugador turco podría jugar en este Inter como segunda altura en mitad de campo para ejercer de lanzadera, siempre y cuando Inzaghi decida asentar en San Siro una ida similar a la de su Lazio: repliegue-contragolpe. Un rol parecido al de Luis Alberto en el Olímpico durante estos años: recibiendo abajo cerca de su pivote para conducir y guiar al equipo en sus rápidas transiciones al espacio.
Todo lo que Hakan Çalhanoglu no ha podido ser este verano con su selección, dicho sea de paso. El turco es un futbolista de marchas bajas; de mucha recepción al pie, ya sea en una u otra mitad del campo, aunque casi siempre por delante de la línea del balón, siendo un jugador con una participación destacada en las posesiones de su equipo (esta temporada ha promediado más de 42 intervenciones por encuentro), y un porcentaje de acierto en sus envíos cercano al 85%. Çalhanoglu ha generado nueve goles para el Milan 2020-21, cuatro tantos (uno de penalti) y cinco asistencias, algo siempre muy importante, y lo cual representa que, pese a ir de más a menos toda la temporada, ha conseguido mantener una productividad alta en un sistema, eso sí, muy distinto al que seguramente le espera en la pizarra de Simone Inzaghi. Un estilo que podría sacarle mucho partido a Çalhanoglu.
La dirección nerazzurra ha confiado la defensa de su Scudetto conquistado por Antonio Conte a un entrenador que durante todos estos años en la Lazio se ha caracterizado por ser partidario de transformar sus posesiones en transiciones verticales y muy directas que sacasen lo mejor de sus futbolistas. Una idea de juego que también podría replicar en San Siro, atendiendo a la naturaleza de los jugadores que han sido muy importantes con Antonio Conte, y donde Hakan Çalhanoglu podría sumar bastante como interior, pese a que la idea, de partida, le mantendrá algo más lejos del área de lo que estaba con Pioli. El futbolista turco encaja mucho mejor para actuar en este rol que Nicolò Barella, siendo el italiano un jugador de mayor recorrido arriba-abajo para estirar a todo el equipo, y es por ello que no cuesta imaginarse en este Inter a Hakan Çalhanoglu como primer receptor cerca de Marcelo Brozovic (pivote) y nexo que junte el centro del campo con los futbolistas más adelantados.
En campo rival, además de actuar como conductor para recibir, unir y lanzar al equipo en torno a sus recepciones, conducciones y pases, la presencia de Hakan Çalhanoglu en los metros finales dotará a este Inter de una amenaza muy interesante para explotar el pico del área, su zona preferida, y probar el disparo lejano (una de sus habilidades más destacadas, también a balón parado) o cambiar la orientación de un lado a otro. Esta temporada en el AC Milan el futbolista turco ha promediado cuatro balones largos por encuentro con un acierto del 50%, y este podría ser un recurso sumamente interesante por explotar en la idea de Simone Inzaghi para atraer al rival en torno a las recepciones de Çalhanoglu, un futbolista con capacidad para absorber presión por su naturaleza, y atacar el lado débil con sus desplazamientos de izquierda a derecha en campo contrario. Un recurso por explotar en este Inter, y más si el equipo decide mantener los carrileros dentro de su sistema; dos actores muy destacados en la idea táctica de Simone Inzaghi.
Sea como fuere, esto no dejan de ser conjeturas a la espera de conocer realmente cuál es la idea de Inzaghi en este nuevo Inter, y cuáles son finalmente los futbolistas con los que puede contar esta temporada, pero en el plano futbolístico todo hace indicar que Hakan Çalhanoglu podría encajar bien. El plano mental del futbolista, que evidentemente siempre es el más importante, escapa de estos análisis, y por ello la incertidumbre de los fichajes escapa de este tipo de textos, algo a tener muy en cuenta después de un curso tan irregular del turco, que además siempre ha sido muy particular, pero en el plano deportivo sí hay razones para creer que Çalhanoglu puede ser un buen fichaje para el Inter. No está de más recordar que todavía tiene 27 años, aunque parece que ha pasado una vida desde que salió de Alemania.
Foto de portada: Martyn Haworth/Focus Images Ltd.